El uso de grupos electrógenos diésel en entornos mineros requiere el cumplimiento de pautas específicas para garantizar su funcionamiento eficiente y su longevidad.
En primer lugar, debido a las condiciones polvorientas que prevalecen en las minas, es imperativo limpiar o reemplazar regularmente los filtros de aire para evitar que el polvo ingrese y dañe el motor.
En segundo lugar, las altas temperaturas ambientales que suelen encontrarse en las áreas mineras pueden afectar el rendimiento del sistema de enfriamiento; por lo tanto, es fundamental mantener una refrigeración adecuada y monitorear los niveles de refrigerante. Además, se debe monitorear de cerca la calidad del combustible, ya que el combustible contaminado puede provocar daños en el motor y reparaciones costosas. El mantenimiento regular, incluidos los cambios de aceite y los reemplazos de filtros, debe realizarse de acuerdo con las recomendaciones del fabricante para minimizar las averías.
Además, se deben implementar medidas de control del ruido, ya que el ruido continuo de los grupos electrógenos puede representar un riesgo significativo para la salud ocupacional de los mineros.
Finalmente, una ventilación adecuada es esencial para evitar la acumulación de gases de escape, que pueden ser peligrosos en espacios mineros cerrados. Si se siguen estas precauciones, los grupos electrógenos diésel pueden alimentar de manera confiable las operaciones mineras y, al mismo tiempo, garantizar la seguridad del personal y el equipo.